lunes, 9 de abril de 2012

Sr. Gómez y una trágica flatulencia.


Gente de la compañía “HQ” indignada, tras una conferencia de prensa vergonzosa con su director Gualbert Gómez, a quien se le escapó una sonora flatulencia.
       
            El viernes 29 de febrero de 2012, a las 10:13 de la mañana, en una importante conferencia de prensa, en la que se decidiría qué pasaría con un nuevo artículo sacado a la venta, uno de los reporteros notó al director muy rojo al entrar, pero no hizo nada. Ya allí, en la conferencia, preguntaron el precio del artículo y director dejó salir una flatulencia, que desencadenó en miles de gases. Tras esta tragedia, el mismo salió corriendo al baño y la gente notó que en su trasero se veía una mancha marrón. Un señor con un oído extravagante, acotó que sonó como un arma de guerra. Otros dijeron que sonó muy extraño y le pusieron el apodo de Sr. Pedozo. Llamaron a los directores del “Guiness World Record” pero dijeron que un señor de Irlanda era insuperable.
           
                Ya eran las 3:00 pm, cuando todavía no había salido de su oficina el Sr. Gómez. La gente muy preocupada forzó la puerta, y claramente se olió uno de los peores olores que pudieran haber existido en la Tierra. Él seguía en el baño en ese momento, así que todos lo dejaron en paz. Se dijo que no salió hasta las 5:00 pm, pero desmintieron ese rumor, ya que un testigo declaró que lo vio salir a las 4:30 pm. Esa noche, mucha de las personas presentes en la conferencia fueron a la casa de Gualbert a preguntar qué había pasado. Él los dejo pasar y les conto, pero según ellos, les prohibió que lo contaran a la prensa. Una escuela de arte, muy interesada en el tema, los estudiantes hicieron un dibujo de Guabert con dos tomates en sus cachetes, para conmemorar a su gran ídolo.

           Al otro día, él mismo informó lo ocurrido con una carta a la prensa con intenciones de disculparse, ya que estaba muy avergonzado. Haría una nueva conferencia el martes 4 de marzo. Esta nueva conferencia salió mejor de lo que el esperaba, pero algunas personas desubicadas preguntaron sobre la trágica flatulencia. Hubo desodorante en cada esquina del lugar. Todos quedaron conformes, pero el Sr. Gómez, alias Sr. Pedozo, quedó con ese sobrenombre para toda su vida, al igual que esta historia inolvidable.